Un pensamiento

¿Qué será la niñez del futuro?,
¿crecerá como cualquier adulto?
¿Se mecerá al ver algo crudo?,
¿o ensordecerá éste mudo mundo?

Ojalá que lean para escribir;
hagan que existan ideas por doquier,
y habrán mareas de su sentir
hasta que vean islas con falta de fe

Se apoyen, dialoguen y amen con ganas.
Si tienen peleas, que sean importantes,
aunque antes de que llegue lo distante,
hay que recordarles la deuda impaga
hacia nuestra madre, llamada "Tierra".
¿Contribuimos a su apogeo ahora?,
¿ó distribuimos lo feo que ahoga,
y abran fuerzas tarde en cansada odisea?

Si cambian normas por formas de sombras lograrán
rememorar las sobras que adoptan las cortas vidas,
y optan notar rotas las rosas que no plantarán,
tan sólo rodearán con gotas, trozos de espinas.

Amplias mentes verán esperanzas reales vivir,
otras mentes amplias harán lo que hacen siempre.
Manos limpian manchas largas cuando cargan un sufrir,
otras manos manchan limpias cargas cuando se pierden.

Mientras los bebés van creciendo,
la adultez se va despidiendo,
de su mismo crecimiento lento,
en vez de entender de nuevo,
su vida, la tuya, la mía,
un espejo que brinda reflejo;
de mirar alguna poesía,
y verse con detenimiento.

Las palabras se hicieron para calmarnos,
al menos eso pienso desde que fallo.
Cantemos nuestros anhelos sin lamentarnos,
de lanzarlas al espacio con soslayo.

Botemos los televisores, son inútiles,
recojamos los ojos gastados hace tiempo.
Notemos emociones en un rincón múltiple,
y devolvamos el despojo al gobierno de infierno.

Quizás si cambiamos, antes que cambien los precios,
no nos golpearán publicidades invasivas.
Reuniremos los cerros, compartiremos los huertos,
es como un sueño,
¿las ciudades participarían?

Sea como sea, la realidad es ésta suerte,
la individualidad se hace más fuerte;
vea lo que vea, la sociedad imponente es puente,
hacia la dualidad, o hacia lo que cueste.